Mi espacio de paz en el paraiso de Bahia Concepcion, a la sombra de una palapa, finaliza de subito cuando llegan dos potentes "pick ups", uno arrastrando un remolque. Como militares en una mision de la OTAN, un grupo de enormes gringos toma las tres palapas contiguas que restan en "mi" pequeno recodo de playa, clavando enormes tiendas de campana (modelo Beverly Hills comparadas con mi sarcofago), sillas de playa, barbacoas, inflables, kayaks, mesas plegables, body boards, canas de pescar, antorchas de petroleo, hamacas, un quad y hasta una moto acuatica! No entiendo como la gente necesita tantas cosas para disfrutar de la vida (y tanta comida). No cabe ni un alfiler y me cuesta trabajo caminar hasta la playa. Mi remanso de paz, banado por las tursquesas aguas del Mar de Cortes, se han convertido en una feria del deporte acuatico, con personajes tan obesos manipulando los artilugios, que la escena se me antoja dadaista. Como me gustaria que estuviese aqui Pedro Almodovar... escribiria el mejor guion de su vida sin duda. Ademas, los individuos de California, pese a casi haberse caido encima de mi campamento, ni siquiera me miran. Es como si no existiera para ellos. Ni saludan. El espiritu se me quiebra de golpe y decido irme por la manana.
Salgo al amanecer rumbo a Loreto. El amable trayecto por una idilica costa, salpicada de las playas mas hermosas que he visto en mi vida, no dura lo que me hubiese gustado, y la carretera vuelve a introducirse en la
Peninsula. Desierto, canones que son hornos a mediodia. Me
deshidrato. Tengo que parar varias veces fatigada. Como toda la fruta
que me queda en las alforjas. Las cuestas son pronunciadas y agonicas. Lloro. Como me pesa la carga. Me
salen sarpullidos en el trasero que se extienden por piernas y
barriga. Quiero llorar mas. Tambien empeoran mis hemorroides. Quiero morirme.
110 kilometros de agonia. El
sol hace ademan de quererse ir cuando diviso Loreto sobre una gran
bahia salpicada de frondosa vegetacion. No me extrana que los
conquistadores se fijaran en ella. Es un regalo a cualquiera que
navegue por estos confines del mundo, un oasis en la costa. No me
extrana que sea el primer asentamiento humano en la peninsula. En una
zona tan rica no tendrian que preocuparse de nada: comida y agua en
abundancia. Tambien se fijaron en ella los jesuitas. En 1697 el
jesuita Juan Maria Salvatierra construyo aquí la primera mision
permanente. A punto de desmayarme, tengo el cuerpo hinchado, supongo
que deshidratacion y falta de circulacion sanguinea.... me siento muy debil.
Llamo a Janet Grachal, natural de Idaho y asentada en esta parte del mundo, quien se ofrece a recoger mis pedazos en breves
minutos.
Las
picaduras de hormigas en mis partes empeoran y al dia siguiente no
puedo caminar. Tengo inflamada toda, toda, toda la parte indigna del cuerpo y el
dolor es insoportable. Hago lo que puedo por disimular. Les digo a
Janet y Bruce que estoy bien porque me da vergüenza lo que me pasa.
Pero dos dias despues ya no aguanto mas y confieso. Janet me lleva al
doctor Fernando, medico generalista con muy buena reputacion entre la
colonia de gringos en Loreto. Fernando me examina y yo le explico que
creo que me han picado unas hormigas “ahi” en San Ignacion, pero
el inquiere que “podria tratarse de cualquier cosa”. Y tiene
razon el hombre; he tenido el trasero en multiples lugares desde que
empece esta aventura. A saber el origen del suplicio. Me inyecta
esteroides y me receta dos cremas. Paso una noche horrible y la
infeccion se extiende por piernas y estomago, hasta el ombligo, durante
la noche. Tampoco pego ojo y solo quiero morirme.
Janet viene por la
manana a mi zulo, que es la autocaravana del jardin donde me he atrincherado, con ventanas y puerta
cerrada, para poder tener el culo al aire pese al calor. No quiero que
nadie me vea asi. Cuando abro la puerta no puedo evitar romper a
llorar. Janet me abraza y tampoco puede evitar que se le salgan las
lagrimas. Esto no me extrana porque Janet es una de las personas mas
humanas que he conocido en mi viaje. Volvemos al doctor Fernando. Le
repito que estoy casi segura de que fueron las puta hormigas coloradas
que sembraban el suelo en San Ignacio mientras cocinaba sentada en del suelo con los shorts. Asiente y me inyecta un
antiestaminico.
Volvemos a casa; yo camino camino a duras penas con
las piernas abiertas, como John Wayne zombie mordido por un Walking
Dead. Todo me cuesta trabajo, hasta subirme al viejo jeep de Janet.
Regresamos a casa y me vuelvo a encerrar en mi trinchera para vivir
sola mi dolor y desgracia. No quiero compartirla con nadie. Janet
viene un par de veces a ver si necesito algo. La pobre debe estar
preocupadisima. Esa noche tiene un asadero de carne en casa con unos
amigos pero yo declino su invitacion. Asi no puedo ni sentarme un
segundo. Tengo que estar acostada con las piernas abiertas, pariendo
no un nino, sino mi desgracia y dolor. Me conecto a internet y elijo
una pelicula en cuevana2.com , el disneylandia de la pirateria online
en Mexico, para concentrarme en otra cosa que engane mi mente. Me
cuesta elegir una pelicula porque Hollywood no filma sino basura
ultimamente. O sera que estoy de mala leche? Elijo "Cake" de Jennifer
Aniston. A lo mejor centrandome en las desgracias de otros alivio las
mias. Pues da resultado !
Al dia
siguiente la inflamacion ha disminuido y ya puedo caminar. Sigo
tomando antiestaminicos, analgesicos y antibacterianos, untandome
alla abajo con betamezona, glotrimazol, gentamicina, oxido de zinc,
acido borico, vitamina A, alantoina, como quien se hace un bocata de
nocilla, y la guinda del pastel, crema para las hemorroides. Tengo que caminar
con cuidado para no resbalar. Pero mejora mi salud y
mi carácter. Ahora ya camino y bromeo. El viernes por la noche nos
vamos de cenita al centro de Loreto los tres. No hay ni un alma. La
temporada turistica se ha acabado y las calles son nuestras. Somos
los unicos en el restaurante Orlando, aunque por el ruido que hacemos
parece que esta lleno. Bruce, Janet y yo no paramos de reirnos y
hacer bromas. Por supuesto, el gusto que se dieron las hormigas en
mis posaderas tambien es motivo de burla y risas, sobre todo por mi
parte. Hay que reirse de uno mismo en esta vida. Que bueno esta el
Chardonney con los langostinos rebozados, y por cuatro perras chicas
(baratisimo).
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