6 Marz. Give me Drugs, Johanna, Give Me Drugs...

De madrugada recuerdo escuchar voces susurrando en la habitacion grupal y un sutil trasiego de viajeros acomodandose tras un agotador peregrinaje en avion desde algun punto lejano del  Globo Terraqueo. La estrategica ubicacion de Aerport Shoe tring Lodge lo convierten en objetivo ideal y punto de encuetro de mochileros de todo el mundo que buscan un economico enclave para soltar sus bartulos y desmayarse en una cama de poca monta, porque da igual la calidad cuando el cuerpo y la mente estan practicamente en la fase REM del suenyo y los lujos significan poco o nada despues de horas y, en ocasiones, dias de viaje, trasbordos, facturaciones y largas colas en aeropuertos. Pero no me importa lo mas minimo porque en segundos vuelvo a caer en tan placentero suenyo que ni una manada de elefantes abriendose paso junto a mi litera me hubiera molestado lo mas minimo. 

Por la manyana mi reloj biologico no logra que me despegue de las sabanas antes de las nueve. La resaca del tute del dia aterior ha hecho mella en mis huesos y musculos y mi energia es de pila alcalina de bazar chino. Solo me apetece sentarme en la sala de estar del hostal y beber cafe disfrutando del amplio y tropical jardin que se extiende tras un enorme ventanal. Observo a unas extra;as y ruidosas aves posarse en cocoteros y una exhuberante vegetacion repartida con un orden pocohabitual en el establecimiento  sobre un cesped que cubre como una alfombra toda la propiedad. Me sirvo por lo menos 3 tazas de cafe  instantaneo que sabe a rayosy en un par de horas comienzan a salir de sus madrigueras los primeros seres humanos que se alojan en el establecimiento low cost, un par de chicos y una tres chicas, todos de menos de 30 anyos. 

La conversacion se hace amena frente al ventanal panoramico y todos intercambiamos informacion sobre nuestras nacionalidades y diversos motivos que nos han traid a Sudafrica, cada cual mas dispar. Las chicas,
n rteamericanas y alemanas y los chicos israelitas. Todos en mision voluntaria para alguna ONG, Los israelitas explican que trabajan en una organizacion judia afincada en Sudafrica de concienciacion de la juventud sobre la causa israelita. Su mision es organizar charlas y conferencias para =concienciar= e -informar- a los mas jovenes sobre el conflicto en curso arabe / israeli que se remonta a  principios del siglo XX. Flipo un poco con la operacion lavado de imagen de Jerusalem enun lugar tan remoto de la Tierra y paso de dar mi conflictiva opinion en un momento tan pacifico.

Las norteamericanas, una de Texas y otra de Boston, estan encantadas de haberse tomado un anyo sabatico para ejercer un voluntariado en programas sociales de ayuda jovenes de familias desfavorecidas en Sudafrica, donde la pobreza tiene color convive con la riqueza con asombrosa naturalidad y en consecuencia los problemas sociales brotan como champinyones merced a las diferencias raciales. La tercera joven es  de nacionalidad alemana y trabaja en lo que le pongan delante con tal de no pagar un euro en alojamiento y comida. En un anyo ha pasado por decenas de granjas y ONGs en Sudafrica, Bostwana y Uganda donde ha trabajado a cambio de estancia y alimento surfeando en paginas web que ofrecen alojamiento y comida en granjas ubicadas en todos los paises del mundo a cambio de trabajo. Quien quiera lanzarse a la aventura, como muestra, un boton http://www.workaway.info/  .Con 23 anyitos y viajando sola. La conversacion es  muy fructifera y me hace sentir, por primera vez en mucho tiempo, como un ser normal con aspiraciones normales. La verdad es que me siento mejor que en mi propia casa.

Hablamos durante horas porque no nos apetece despegarnos unos de otros. Necesitamos esa charla manyanera,  ese no hacer nada sino tirarnos en un sillon y tomar una taza de cafe tras otra sin preocuparnos por nada, ni siquiera por el tiempo. Al igual que yo, han planeado dormir una noche mas en el hostal y recuperarse del largo viaje transcontinental. Mientras nos sentimos como en casa hablando sobre nuestros suenyos y aspiraciones no dejan de pasar recien llegados y otros que se van en un continuo vaiven de gente, la mayoria europeos, dispuestos a dejar atras  o lujos con tal de visitar los lugares mas remotos y virgenes del Planeta. Las jornadas se hacen tan amenas que a todos nos entristece tenernos que decir adios. En mis dias sucesivos en Shoestring el ritual se convierte en habito y poco a poco
voy perdiendo las ganas de conocer mas almas porque vaya gente mas agradable e interesante y que pena tenerme que despedir y no volverlos a ver mas... Asi que el ultimo dia me encierro en mi misma y procuro mantener las distancias ligeramente con los recien llegados, sin dejar de comunicarme con los -veteranos- del hostal,categoria que se adquiere en esas circunstancias cuando la estancia es superior a 24 horas.