miércoles, 20 de julio de 2016

15-19 Julio. SOY DIFERENTE.¿ Y QUÉ? (Los Quechuas y Los Andes Peruanos)

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Ya se lo que piensan algunos... :)

El Patito Feo (Cajamarca - San Marcos)


Cuando era pequeña pertenecía al club de los bichos raros. Estudiaba en un colegio de monjas elitista, en mi ciudad natal, Las Palmas de Gran Canaria, España, donde no conectaba con mucha gente. Mientras todas mis compañeras saltaban a la comba yo montaba en bicicleta y jugaba al fútbol. Se reían de mi por cómo vestía y pensaba. 


Este niño quechua asegura que cuando sea mayor SERÁ CICLOVIAJERO. Y yo le he dicho "Se siempre tú mismo, campeón"
El día de los Reyes Magos, el día más grande en Navidad en España, todas traían sus nuevas muñecas para lucirlas y yo llegaba al colegio con las manos vacías porque me daba vergüenza mostrar mi regalo. Un disfraz de superhéroe, un kit de piratas de clicks de famobil, un parchís... ¿Dónde está tu muñeca? _Me preguntaba una estudiante con una Barbie en la mano. _ "La dejé en casa". _Contestaba yo ruborizada sosteniendo mi juego de La Oca. 


Marika disfrutando de la simpatía de una mujer quechua en los Andes peruanos

Excepto alguna que otra cuesta, el tramo Cajamarca - San Marcos es tan suave como lanzarte en una montaña de talco desnuda, comparado con lo que hemos pasado desde Jaén. Temperaturas cálidas a partir del mediodía y una suerte de páramos secos que se funden con el cielo azul en el horizonte. Marika y yo parecemos dos Ángeles de Charlie pedaleando por la Sierra Norte del Perú. Magníficas y estupendas, nos sentimos las reinas de la carretera. Cuando no sufro sobre las ruedas me asaltan los recuerdos. 



Dos mujeres quechuas de la región de Cajabamba huyendo de mi cámara :(
El clima en la carretera 3N a Cajabamba desde San Marcos se torna muy caluroso en cuestión de segundos

Siempre me sentí avergonzada por ser diferente, pero nunca dejé de ser yo misma ni cedí a la presión de las monjas ni de mi familia. Con vergüenza o sin ella, yo seguía jugando al fútbol, montando en bicicleta y vistiendo como me daba la gana pese a las presiones de mi madre, que ya no sabía qué hacer conmigo. No obstante, no podía evitar sentirme rechazada por la mayoría de la gente que me rodeaba por ser quién era y por venir de fábrica con las alas enormes para volar muy lejos. 



Las paredes de las viviendas son el principal medio de propaganda por estos lares. Se me estan ocurriendo ideas... :)

Y como no podía ser de otra manera, Marika pincha su rueda delantera en pleno estreno de llantas nuevas, casi a mitad de la jornada, un suceso que nos obliga a detenernos en la cumbre de un cerro, en la 3N dirección a Matara, desde donde se aprecia un singular espectáculo de gamas naranjas y marrones a 3.000 metros de altura que se funden con el azul a lo lejos, como un cuadro de Cézanne. El paisaje más seco y el clima más templado dibujan con su pincel un nuevo planteamiento cromático sobre el lienzo de Los Andes. 


Fiestas patronales de Cajabamba en honor a la Virgen del Rosario
Las densas nieblas de Cutervo y Chota desaparecen aquí  merced a las corrientes cálidas para dejar paso a cielos despejados y azules intensos que descubren el sol radiante adorado por la culturas precolombinas. Ya me había olvidado de lo que no era sufrir en la carretera. Mi infancia guerrera vuelve a salir del cajón de los recuerdos.


Que tendrá la música indígena de Los Andes que me vuelve loquita !!!
No hay un rincón en estas montañas sin radio que sintonice una linda canción andina
 Qué feliz era de niña haciendo lo que mi corazón me decía, pero qué desgraciada era al mismo tiempo por no sentirme apoyada nunca por nadie a excepción de mis dos o tres amigas del alma. A pesar de todo, siempre le hice caso a la voz que sonaba dentro de  mí que me decía ¨se tu misma¨.


Tramo del norte del Perú que llevamos recorrido desde Ecuador
 A veces me pregunto cómo hubiera sido mi vida si en lugar de rechazo hubiera encontrado aceptación y apoyo a lo largo del arduo camino, si me hubieran permitido ser yo misma y dar lo mejor de mí misma a una temprana edad. Sin frustraciones, sin obstáculos, sin verguenza tóxica.  Obviamente todo sería diferente... En primer lugar, yo no estaría aquí partiéndome la espalda en estas montañas reclamando mi derecho a la IGUALDAD DE OPORTUNIDADES :)

La sierra del departamento de Cajamarca se encuentra en la región quechua y  es seca y soleada sólo durante el día
Pasamos por infinidad de carteles que señalan accesos a ruinas, pero no nos sale del alma cambiar el recorrido para introducirnos por carreteras de tierra en mundos desconocidos. Con nuestro cometido diario tenemos suficiente.


O descansamos cada media hora o nos da una angina de pecho cuesta arriba y sin oxígeno
San Marcos es un pueblo tan pintoresco que nos sorprende que no se le haga más publicidad. Es lo que tiene descubrir el mundo sobre una bicicleta. Transitar por lo desconocido con ánimo de exploradora. Cuando menos te lo esperas encuentras lugares de los que nadie habla que son una auténtica joya. Algunos ni siquiera figuran en el mapa.




La bebida nacional es un tributo al color del sol, el dios de los incas.
La gente en San Marcos es otra sorpresa. Increíblemente hospitalaria y empática, como en casi todos los pueblitos por los que hemos pasado en Perú. Da gusto encontrarse con seres humanos así cuando una llega más cansada que el mecánico de Transformers.


Una calle cualquiera de un pueblo encantador. San Marcos, Cajamarca, Peru.
Casi en todas las esquinas de la alegre San Marcos suena la música andina peruana. En busca de un hostal donde pasar la noche, me detengo en un rincón donde un niño hace zumos de naranja en un carrito al son de la vivaracha voz de Araceli Díaz, la flor de Cajamarca. Dios, cómo me gusta esta música andina...


Otro niño trabajando...


















La Mujer Perfecta. (San Marcos - Cajabamba - Huamachuco)





Parada ténica... XD!
Desde San Marcos a Cajabamba nos encontramos a otro motorista que cruza América desde Alaska en motocicleta: Kent. ¡Anda!, que casualidad, y yo pensando en las muñecas Barbie con sus vestiditos rosa mirándome hieráticas desde el bajo-ventana del aula la semana posterior al 6 de enero. Algunas veces veía a un Kent celebrando las mieles del triunfo entre tanta Barbie, traído por alguna niña de mi clase para que le hiciera compañía a su adorada imagen estereotipada de mujer perfecta


Uno de cada cuatro menores trabaja en Perú
La mujer que yo me negaba a ser para desgracia de mis padres. Aquella bella ilusión de cabellos dorados y ojos azules con la eterna sonrisa complaciente, embutida en sus mejores galas, extremadamente delgada, preparada de serie para contraer matrimonio y dedicarse de por vida al marido, al hogar y a los niños, sin mayores aspiraciones vitales. Desde tan temprana edad me negaba a que mi único propósito en la vida fuese cambiar pañales, limpiar y cocinar. Si esa era la motivación de muchas niñas para avanzar en la vida, desde luego no iba a ser la mía. Sentía que la vida era algo más.


Aquí arriba en Los Andes peruanos sólo se ven mujeres y niños trabajando... ¿Dónde están los hombres?
Desviaba la cabeza para no sentir la mirada inquisitiva de aquellas hijas de puta de la ventana, que al caer el sol seguían en la misma posición y con la misma sonrisa falsa cuestionando mi imperfecta naturaleza de Indiana Jones.  


Mercado de San Marcos, donde la vida vuelve a sonreir.
No hay un rincón en Los Andes peruanos sin la colorida fruta que te nutra los ojos y el alma.
La gripe se me agrava y se me corta la digestión subiendo a Cajabamba. El calor y la cuesta brutal para llegar a la paupérrima capital de provincia, en plena celebración de sus fiestas en honor a la Virgen del Rosario, dificultan nuestro paso y estoy a punto de vomitar el delicioso queso cremoso cajamarquiano que me acabo de tragar varios kilómetros atrás. 


Mujeres y niños levantando el país en el Mercado de San Marcos, Cajamarca
Los voladores nos despiertan a las seis de la mañana en Cajabamba anunciando las fiestas patronales de la urbe. Estamos destrozadas debido al día anterior. No tenemos energía para nada. Buscamos en las ajetreadas calles un lugar para desayunar sin éxito. Estamos débiles, pues no hemos cenado el día anterior, dado el cansancio y la falta de energía para peregrinar por la ciudad de noche en busca de un lugar para comer, tarea titánica en muchos pueblos de Los Andes peruanos, cuyos restaurantes siguen al pie de la letra el horario de comidas de la población. 

El maíz morado crece a 3.000 metros sobre el nivel del mar
 Pasamos de largo por el bullicioso mercado porque no queremos meternos en la algarabía con las bicis. Oímos el redoble de tambores y el sonido de trompetas detrás. "¡Se acerca una procesión Marika! ¡Coño corre que traen a la Virgen del Rosario y la multitud nos va a engullir como la ballena a Pinocho y a Gepetto, y no tenemos a Pepito Grillo!"


Más mujeres trabajando para levantar el país
Cajamarca tiene campiñas, historia y ... MARISCO!!! Mmmmmmmmm.... XD!
Corremos con las bicis hacia un parque y nos detenemos para observar el espectáculo. Mientras tanto compro comida para llevar a unas mujeres que cocinan en plena calle y comemos en el parque a ritmo de tortuga un pollo frito con arroz, haciendo tiempo antes de comenzar nuevamente la tortura de subir escarpadas montañas por carreteras despedazadas a tramos que atraviesan magníficos paisajes. 


Espectacular vista de la sierra de Cajamarca que linda por el oeste con el Desierto costero del Perú

El camino de Cajabamba a Huamachuco resulta ser uno de los trayectos más duros que he hecho hasta ahora, para variar. De esos que no parecen muy difíciles al principio,  pero que te cuestan la vida después. La mayor parte de la vía está pavimentada pero muy deteriorada, es estrechísima y varios puentes que se caen a trozos unen sucesivas y dispares vaguadas. 


Entrando por fin en Cajabamba cuando el sol se despide del mundo

Como no podía ser de otra manera en aquel mundo vertical, la subida muy pronunciada protagoniza la mayor parte del día, lo cual implica una gran tensión en los músculos de la espalda y cuello, que junto con la altura extrema, nos regalan un delicioso dolor de cabeza que nos acompaña todo el recorrido. 

Hombre paseándose... para variar...
En Huamachuco nos esperan los dueños del Hotel Mama Wasi, que han querido colaborar con la causa invitándonos a pasar unos días. Llegamos de noche y extenuadas física y moralmente. El aspecto acogedor, familiar y rural del hotel nos devuelve la sonrisa, al igual que sus dueños, Loti y Roberto, dos seres humanos increíbles. Nuestra habitación es un sueño. Dios mío, cómo ha valido la pena esta tortura hasta Huamachuco sólo para estar aquí!!




Todo lo que no nos dejan hacer en Europa lo hacen aquí :)

Otra mujer trabajando en el sector primario, para variar... 


En Sudamérica abundan las riquezas naturales y los australianos aventureros en moto o bicicleta

Sigo estando en Perú... :)



Cajamarca es el departamento con mayor extrema pobreza del Perú 




La recompensa del día: el Hotel Mama Wasi en Huamachuco















En una habitación así nos encerramos dos días a dormir












El Hotel Mama Wasi en Huamachuco es como llegar al paraíso tras el Huracán Carlos en el Mar de Cortez
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sábado, 16 de julio de 2016

8 -16 Julio. En Perú Enciendo la Luz y me Quedo. (Jaen - Cajamarca - San Marcos por la Sierra)

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Mercado de Cajamarca... mejor que ver Discovery Channel


Si tuviera que describir en dos palabras estos 15 días pedaleando en Los Andes peruanos diría: "agradable sorpresa". Sí... es verdad que sólo llevo 15 días en Perú. Sí, es verdad que aún no conozco la temida costa, tan peligrosa para los ciclistas, donde te roban hasta la ropa interior, si te descuidas, en menos de lo que parpadeas, según otros viajeros.

 Pero me da igual. Después de 2 años viajando he aprendido a captar las energías y a captar el peligro o el buen rollo desde lejos. No me hace falta pasar más tiempo en un país para concluir si es un buen sitio o no. Los buenos sitios se notan desde los primeros días (pese a algún que otro contratiempo que puedas tener, como yo en la frontera con los machos latinos de inmigración).  Son sitios que te hacen sentir bien y que te hacen ser mejor persona. Los sitios son como la gente que los habita y los países son la gente que los habita. Un país puede ser muy bonito que si la gente no te hace sentir bien, apaga la luz y vámonos. En Perú, enciendo la luz y me quedo. 

Desde Jaén a Cajamarca hemos pasado de todo. Tanto, que poco tiempo me ha quedado para escribir. Se lo resumo a grandes rasgos: hemos ido por La Sierra de Perú escapando de la Panamericana y de la costa por varios motivos, los más importantes, el calor, las enfermedades transmitidas por los mosquitos, el incesante ruido del tráfico de trailers, los cada vez más numerosos asaltos con arma a cicloturistas (por los que el Gobierno peruano no hace absolutamente nada de nada!!), los precios más altos y sobre todo, todo, todo, EL JODIDO CALOR. 



Carretera PE3N de la Sierra Norte; podría ser el escenario de una nueva entrega de Fast Furious por el lodo

Hemos estudiado las rutas por encima pero hemos fallado en preguntar a los locales y nos hemos encontrado con un frío de mil demonios en carreteras como la Longitudinal PE3N de la Sierra Norte, lluvia, niebla, vías de tierra que se desmoronan, obras en la carretera y una cantidad de barro y lodo que nunca había visto en mi vida hasta Chota. Resultado: tenemos una gripe que hemos tenido que pasar cinco días encerradas, en mi caso, en un hostal en Cajamarca (Cajamarca, Perú, amigos colombianos :)  ). 


La PE3N. Vin Diesel estaría encantado de derrapar por aquí...

Como no hay mal que por bien no venga, hemos aprovechado el tiempo para conseguir las llantas de Marika, tarea imposible desde Cali, Colombia, hasta aquí. Yo gestionando en la cama desde el teléfono y ella de aquí para allá en la calle. 


A Marika Latsone le encanta el chocolate, el cafecito y ... vivir al puto límite!
Cuando ya no teníamos muchas esperanzas, hemos dado con un tipo que ha removido cielo y tierra para conseguirlas, Antony Linares. He dado con él gracias a la colaboración de María Victoria Hermelinda Vilca alfaro, señora tan amable, cordial, encantadora y afectuosa que trabaja en la Oficina Regional de Turismo, que en cuanto se ha enterado de que agonizábamos enfermas ha dejado lo que estaba haciendo para venir a vernos al hostal y hacernos un te de hojas de coca, muy común en la tradición cultural indígena de Ecuador y Perú para remediar todo tipo de males. 

El inaudito hecho me dejó pensando varios días en cuántos funcionarios españoles o europeos harían eso alguna vez.... Sólo veo un número en mi cabeza: el CERO... que en realidad no es un número natural ni es positivo ni negativo... :). 


Vicky Vilca, Premio Nobel de la Concordia.

Vicky ha insistido en que vayamos a su casa gratis, ya que normalmente recibe a cicloturistas por un módico precio para que tengan una experiencia tradicional familia por un módico precio. "Pero a ustedes no les cobro porque es muy meritorio lo que hacen", dice la cajamarquina (Casa Mirita, Cajamarca, Perú). Declinamos su oferta porque no podemos hacer esfuerzos, pero prometemos molver.


Nuestro queridísimos Anzony con Z y Christian, dos ángeles del camino que no cejaron en su empeño de ayudarnos en aquella despiadada Cordillera de Los Andes.

Antony es el dueño de una tienda de motos que también vende repuestos de bicicletas, Kawasaki "Bikes" Cajamarca. Te consigue lo que necesites en un par de días y mueve montañas si hace falta para ello. Lo más importante es que no te intenta timar o te cobra impuesto revolucionario por se un " gringo"


Ruedas nuevas, vida nueva

Gracias a Dios eso se ve pero muy poco en esta zona del Perú. El peruano es, por regla general, muy hospitalario y desinteresado, muy parecido al mexicano, gracias al Altísimo. 


La alegría de ver un futuro brillante con neumáticos de paquete te descontrola

Aún no recuperadas del todo salimos de Cajamarca el 15 de julio con la satisfacción de tener las dos bicicletas listas para llegar al polo sur a principios de 2017. Y, sobre todo, con la tranquilidad de que Marika no se pegue una hostia cuesta abajo porque su cubierta dijo YA NO PUEDO MÁS, tras varios remaches caseros que le hicimos. Véase el estado de la llanta en la foto. 


Cajamarca, Perú, lugar donde confluye la arquitectura colonial con la tradición indígena

Después de lo que hemos pasado, el trayecto Cajamarca - San Marcos, con una temperatura fresquita, un sol radiante y unas carreteras extraordinarias, es un paseo por Disney París en primavera. Sólo un par de cuestitas de nada y el resto cuesta abajo y sin frenos, mi mejor modalidad de cicloturismo, esa que te deja la sonrisa hierática de Jocker. 



La Plaza de Armas de Cajamarca, punto de encuentro de turistas y locales



Cajamarca se encuentra en la sierra norte de Peru y es una de las zonas pre incas más importantes



En Cajamarca se llevó a cabo la famosa CAPTURA DEL INCA ATAHUALPA. Aunque el pasado, pasado es, a veces me da verguenza ser española, tras estar un tiempo por estos lares viendo cómo mi gente jugó a ser conquistador del Planeta.
La cultura popular de Cajamarca es muy reconocida, al igual que su ganado vacuno, sus lácteos, su artesanía de cuero, impresión de vidrio, su minería y sus carnavales de febrero. 

Si tienes un mal día, vete al Mercado de Cajamarca y se te quita de golpe la congoja




Fotos Marika Latsone
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viernes, 8 de julio de 2016

6-7 Julio. La Mujer Alfa (San Ignacio - Jaén)


Comparado con lo que hemos pasado recientemente, el trayecto La Balsa - San Ignacio, en el Norte del Perú, es un paseo por Disneylandia en una apacible y cálida mañana. Pese a la cuesta arriba la mayor parte del tramo, sobre todo desde Namballa, la climatología perfecta, el escaso tráfico y las excelentes condiciones de la carretera facilitan nuestra llegada a San Ignacio, capital de la provincia de San Ignacio, lugar done elegimos descansar durante unos días dado nuestro crítico estado físico después de Podocarpus y el Alto Amazonas. Marika arrastra dolores de espalda y yo tengo un constipado de aúpa.



Tras unos días de reposo físico y trabajo con el computador, decidimos poner rumbo a Jaén en nuestro viaje a Cajamarca. Nuestro deseo es estar en Cusco lo antes posible y pasar a Bolivia a principios de septiembre, mes que pone punto y final a la estación seca, y Bolivia con lluvia es mejor recorrerlo en kayak. 



No tenemos nada que hacer en Lima y, además, la costa de Perú es peligrosa, sobre todo en el norte del país, donde se registran cada año multitud de asaltos a cicloturistas en las vías. Así que no vamos a arriesgar en lugares que no nos llaman la atención. Tampoco nos apetece asarnos a la brasa en el calor de la costa y darles de comer a los condenados mosquitos que no adoran a ambas. 

La Cordillera de Los Andes será nuestra guía en Perú por varios motivos: temperaturas bajas, belleza paisajística, escaso tráfico en las carreteras, ausencia de camiones y trailers, SEGURIDAD, ausencia de turistas, altos valores culturales y tradicionales, amabilidad de la gente, etc. Estos serán nuestros aliados durante un par de meses pese a lo agotador, doloroso y fatigoso del camino con rampas ascendentes que se pierden en el cielo, carreteras de lodo, chaparrones y frío de narices en zonas de gran altitud. 

Todo en esta vida es una elección, y nuestra vida mañana será el resultado de las elecciones que tomemos hoy. Hemos optado por el INFIERNO BELLO al camino fácil y más transitado de la costa, con mejores carreteras y más facilidades, espero que no nos arrepintamos. 

Iniciamos la jornada con cielos nublados y una ligera llovizna. Además el día es fresco. Sonreímos dada la suerte que hemos tenido. Los días así son un regalo para el ciclista. En esta zona de Perú suele hacer calor y la humedad relativa del aire es considerable. A pesar del clima, no nos libramos de las picaduras de los gegenes, que nos acompañan durante toda la cuesta arriba para salir de la capital de la provincia. La ciudad no es bella pero es perfecta como lugar para boxes, a diferencia de Jaén. Muy segura, pequeña, escaso tráfico, baratísima y con tiendas suficientes para encontrar todo lo necesario para aprovisionarse tras el duro trayecto desde Vilcabamba hasta La Balsa. La recomiendo para descansar unos días, antes que la ajetreada, peligrosísima y desordenada Jaén. Además, los de San Ignacio son espléndidos, muy desinteresados y generosos. 

El trayecto a Jaén sigue el caudal del río Canchis y su cuenca es un espectáculo de campos de arroz, cultivos de maíz, café, caña de azúcar y papaya.  Algunos agricultores transitan por la cuneta sonrientes con sus azadas al hombro. A los más jóvenes nos espetan ´adiós gringas´y los viejos nos dirigen un amable ´buenos días, buen viaje´. La pobreza es latente durante todo el camino. Predominan las casas de adobe con techos de cinc donde los niños juegan en la calle y nos gritan emocionados cuando pasamos. 

Nos han dicho que extrememos la precaución en Jaén, sobre todo en su extra radio por haber un alto índice de criminalidad. Llegamos ligeramente tarde para nuestro gusto. A las cinco y media ya es demasiado tarde para entrar en una ciudad peligrosa. Corremos hacia el centro sin detenernos ni en los semáforos. Muchos jóvenes nos increpan a nuestro paso frases poco amables y aceleramos la marcha huyendo del peligro. Cuando alcanzamos el centro nos sentimos más seguras pero seguimos teniendo la sensación de no estar en un buen sitio. Buscamos desesperadamente un lugar para dormir barato porque el día comienza a dar paso a la luna y de noche somos el ´blanco perfecto´ (nunca mejor dicho) . Encontramos un hostal muy decente por 4 euros. Nos encerramos apresuradamente en él hasta el día siguiente.

Tal como entramos en Jaén, salimos, no sin antes amarrar las alforjas con cinta aislante en los racks para que nadie pueda arrancarlas de un tirón. Hoy la ciudad amanece más tranaquila, no sabemos si porque es demasiado temprano para la delincuencia o porque salimos por otro lado de la ciudad más tranquilo. Parecemos dos locas pedaleando de estampía para escapar cuanto antes del peligro. De nuevo una gran cuesta para salir de la ciudad. En plena rampa nos encontramos con una ciclista chilena que se hace llamar Valentina. 



Valentina debe tener unos treinta años. Lleva unas mallas ciclistas, una libreta en la mano y se ha detenido en la salida de Jaén para pintar la ciudad. Risueña y encantadora nos cuenta que lleva 3 años viajando por Sudamérica sola. 
Dibuja momentos en su bloc para regalarlos a los amigos del camino. Su último destino es Río de Janeiro, así que tomará la desviación a Pedro Ruiz Gallo y Chachapoyas para introducirse en pleno Amazonas y fundirse con el Brasil como un pincel en una paleta de colores.

 Nosotras seguimos otra senda, vamos hacia el sur con destino a Cajamarca por la Sierra.  Nos despedimos con mucha pena de aquella muchacha tan simpática, independiente, libre y feliz. Se queda a pie de carretea dibujando el mundo sin importarle una mierda nada más.



Continuamos nuestro camino dejando atrás a la primera mujer que me encuentro en dos años y medio pedaleando el mundo que viaja completamente sola, y es Latinoamericana. Soy consciente de que hemos dejado atrás muchas otras cosas, un nuevo modelo de mujer independiente del siglo XXI que ya impera en el primer mundo y que predominará dentro de unas décadas en los países latinos. He aquí una mujer alfa adelantada a su tiempo.