miércoles, 23 de julio de 2014

13 Julio. "Querido Dios:" ETIOPIA, AFRICA.

El sabado por la noche declino la oferta de Nadine de salir de canas un ratito por Addis Abeba con todo mi pesar. Conociendo mi debilidad ante los estimulos fiesteros hago un ingente esfuerzo por acostarme temprano para salir al amanecer hacia tierras desconocidas. Antes de cerrar los ojos pido a Dios que no llueva manana al menos hasta llegar a mi destino, Debra Birhan. Las tormentas son el pan nuestro de cada dia en este pais en esta epoca del ano y Dios va a tener mucho trabajo conmigo durante estos dias. Le pido perdon por molestarlo con nimiedades a estas alturas de la historia de la Humanidad pero le explico que es por una buena causa. Creo que ha estado haciendo horas extras porque no ha llovido en todo el dia. Desde que he empezado a rezar ocurren cosas muy extranas en mi vida.

Cuando salgo del barrio Bole la mayoria de las calles son un lodazal bajo la neblina matutina. El frio me congela los dedos bajo los guantes cortos para MTB y mis nuevas botas de montanismo se entierran en el barro luminoso que unta como la crema de cacao Asmara Road. Embutida en mi nueva equipacion cedida por Tuga Active Wear (http://www.tugawear.com/), de colores fucsia y lila, arrastro a Roberta por la ciudad helada y sombria haciendo filigranas para no resbalar y acabar totalmente con la poca dignidad que me queda, ante unos ciudadanos que sueltan una carcajada a mi paso porque, probablemente, no entienden que pinta una blanca sola vestida de rosa chillon con una bicicleta supersonica y un casco de tripulacion de Star Trek en el Cuerno de Africa.

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