lunes, 28 de julio de 2014

18 Julio. When I find myself in troubles, Mother Mary comes to me... Parte I. ETIOPIA.

Etiopía es un país que de divide a partes iguales entre el Islam y el Cristianismo ortodoxo, según las estadísticas, pero en mi viaje por la región de Amhara no dejo de tropezarme con cristianos. La religión esta muy presente en cada esquina y las iglesias y mezquitas se reparten el paisaje. One World, el mánager del motel para profesionales del sector transporte colgado en una montaña de Kombolcha , vive exclusivamente  para venerar a "Mother Mary", la Virgen Maria, tal como la entendemos en el Catolicismo, Kidane Mehret en amhárico. A sus 28 años compagina sus estudios de Empresariales en la Universidad de Kombolcha (Etiopía es el país con mas universidades por metro cuadrado que  he visto en mi vida) con la entrega cotidiana a la practica ortodoxa. Le he debido de caer en gracia porque no he visto en todo mi viaje una persona mas atenta y amable. A salvo en mi nuevo retiro espiritual solo salgo de mi cuarto para comer en el espartano y popular restaurante de este bucólico lugar. Aquí la comida merece al menos una nominacion en 'The World 50's best Restaurants'.  One World me recomienda su Shiro Bozena, estofado de cordero en salsa de tomate,  mantequilla pura etiope y berbere con especias varias servida en un pequeño cuenco de barro que contiene brasas de carbón para mantener el calor. Se sirve con la injera (pan plano muy fino, parecido a una crêpe, que forma la base de cualquier comida etíope),  hecha de harina fermentada de teff, un cereal local. Declino su oferta y le pido solo verduras, pero los alimentos verdes se consideran avituallamiento para pobres en este país y no es fácil encontrar un establecimiento local que sirva frutas y verduras. Así que me atengo a la oferta y pruebo el Shiro Bozena. Dios, Esta riquisimo! "Lo he hecho yo mismo para usted, Madam", inquiere One World quien se ha auto-invitado y se ha sentado a dos palmos de mi nariz, como marca la tradición etiope.

Mientras observa como arranco trozos de injera e intento atrapar la crema de carne picante metiendome el rollito en la boca de sopetón para que no chorree por la comisura de mis labios, cosa que no siempre consigo, me cuenta lo locamente enamorado que esta de Mother Mary. "Es la madre de Jesucristo, por lo que es la madre de todos y tiene un gran poder, lo he experimentado varias veces a lo largo de mi vida". Con la mayoría de mis sentidos focalizados en aquel alimento propio de dioses del Olimpo, asiento con la cabeza mientras afano la salsa con lo que queda de la torta.  "Tu crees en la Virgen?" Entonces se me atraganta la carne picante en la garganta y se me humedecen los ojos al tiempo que toso desesperadamente para liberar las vías respiratorias y distraer la atención de mi nuevo amigo. No se que contestarle porque no quiero ofenderlo. Los etíopes son tremendamente orgullosos de sus creencias. Pero su buen talante me da confianza y me inclino por contarle la verdad: "No".

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