jueves, 29 de septiembre de 2016

22-24 Sept. En Ruta hacia Bolivia por el Lago Titicaca. Consejos Para Pedalear Sin Aire

¡Primera vez en mi vida que veo alpacas cruzando la carretera!



Cruzando a Bolivia por el Puesto de Control Kasani, Yunguyo, Puno


La ruta desde Puno, en Perú, hasta Bolivia, por el Lago Titicaca, es monótona en sus inicios. La parte más cautivadora la constituye el trayecto desde Juli a Copacabana. El cambio climático, la ausencia de lluvias en la zona y la extrema contaminación del lago regalan al cicloviajero una sucesión de imágenes yermas y olores desconcertantes. 

El lago se ve a lo lejos desde de la estrecha carretera de doble dirección que lo bordea. La vía atraviesa un páramo  seco como el aire que lo envuelve y los vehículos la recorren a gran velocidad, especialmente camiones, buses y colectivos. El respeto al ciclista es sólo ocasional y transitamos por la vía con el corazón en un puño. 


Los Restos Arqueológicos de Inca Uyo en Chucuito, en honor a la fertilidad,  son el gran atractivo de la primera etapa de la ruta desde Puno a Bolivia.

Marika y yo sufrimos tanto que decidimos acortar las jornadas para mermar nuestra congoja, ya que a estas alturas del viaje, tras dos años y medio de travesía, nuestro nivel de tolerancia anda por los suelos. Cada día que paso en esta carretera siento que voy a morir. No hay arcenes hasta Juli y desde ahí hasta Copacabana son sólo ocasionales.


El uso como objeto sexual de la mujer en la publicidad es muy común en Perú. Así, el cuerpo de la mujer sirve como reclamo en cualquier tipo de producto o servicio, como pueden ver en la imagen. Ilave, Puno, Perú.
Inicio de la festividad de San Miguel Arcángel en Ilave, Puno. Qué delicioso regalo para nuestras almas después del estrés de la carretera.

Admiro la originalidad y el colorido de los trajes típicos de las fiestas del Perú

 La fusión de la cultura occidental-cristiana con cada una de las culturas regionales es uno de los mayores atractivos tur'isticos de Perú
Dormimos en Ilave, el primer día y, en Juli, el segundo, con el fin de reducir el drama diario, dividiendo la ruta Puno -  Copacabana (142 km.) en 3 días de pedaleo. 


El escaso respeto de los conductores convierten la primera parte del trayecto hacia Bolivia en una pesadilla

El viento procedente del Titicaca nos golpea contra los camiones cada vez que pasan a nuestro lado a gran velocidad sin ningún tipo de consideración. Las señales de tráfico brillan por su ausencia. Desde Puno hasta Bolivia sólo vemos una señal de límite de velocidad. De todas formas, entendemos que las autoridades ni se molesten en ubicarlas. 



El Regreso de la Magia de Pedalear

Las numerosas alpacas domésticas constituyen el gran atractivo de esta ruta
Desde Juli el tráfico disminuye y el viaje se hace más llevadero. La distancia entre la carretera y el lago se reduce considerablemente y ahora la ruta se vuelve más agradable. 

No en vano, no le quitamos ojo a nuestros espejos retrovisores por si acaso, porque el viento reduce nuestra capacidad auditiva, y los vehículos a gran velocidad no da tiempo a detectarlos sino con la intuición. 



La jornada hacia la frontera con Bolivia por el Puesto de Control Kasani en Yunguyo, Puno,  se hace más deliciosa con el transcurso del día, especialmente desde el cruce que desvía el tráfico a Desaguadero por la 3S, la carretera elegida por la práctica totalidad de camiones y buses para cruzar la frontera con Bolivia.

La carretera a Yunguyo es angosta y serpentea sinuosamente las primeras colinas que divisamos desde que salimos de Puno. Aquí el terreno que bordea el Lago Titicaca se arruga formando colinas hasta Bolivia. Aunque la vía está llena de baches, la ausencia de vehículos convierte el terror en un paseo por Disneylandia en cuestión de pocas horas.

Algunos campesinos nos saludan sonrientes desde sus labores agrícolas. Unos aran, otros recolectan o cargan mercancía... se fusionan con la marchita naturaleza en total armonía. Los niños nos gritan desde la cuneta alegres dándonos la bienvenida, permitiéndonos experimentar por fin la magia de pedalear países y continentes. 



Me detengo para caminar hacia la ribera de lago para hacer fotos porque mi cámara carece de zoom. Mientras Marika aguarda en la vía con ambas bicicletas, bajo por un sendero que atraviesa un campo de cultivo donde unos campesinos me saludan a lo lejos. Veo unas barcas fondeadas en la orilla del lago y me apresuro a buscar un buen emplazamiento para congelar con mi cámara aquellas maravillosas imágenes. Las barcas se balancean suavemente junto a unas totoras que crecen en la orilla. El sol nos ha acompañado durante toda la jornada y el lago presume de aguas de azul intenso. 

Pero de repente un fuerte olor a podrido me llena los pulmones y no me deja respirar. Pese a todo, contengo la respiración y sigo fotografiando las idílicas imágenes que gracias a Dios no serán testigo del terrible mal olor que las acompaña, fruto de la excesiva presión ambiental que sufre el lago desde hace unos años.  


El Lago Santo En Peligro de Extinción

Me da pena que uno de los patrimonios naturales más importantes de la Humanidad se encuentre en este lamentable estado de contaminación. Es el lago más grande de Sudamérica y el lago navegable más alto del mundo. ¿Es que a nadie le importa su deterioro? Creo, sinceramente, que la comunidad internacional debería tomar cartas en el asunto y ayudar a los gobiernos de Perú y de Bolivia a rescatar el lago, amenazado por los desagues urbanos, la actividad minera y el calentamiento global. 



De camino a Yunguni comienzo a notar los efectos de las alturas. Pedaleamos casi a 4.000 metros sobre el nivel del mar y por ahora mi cuerpo ha resistido bien la falta de oxígeno. Pero después de 40 kilómetros desde Juli me comienzo a fatigar más de lo normal. 

No es la primera vez que pedaleo a mucha altura, ya que llevo meses pedaleando por Los Andes colombianos, ecuatorianos y peruanos, pero 4.000 metros es mi récord hasta ahora. 

Aunque la sensación de que los pulmones me van a estallar me ha acompañado cada vez que subo una pendiente, junto a dolores de cabeza eventuales, es ahora cuando empiezo a notar la fatiga. En condiciones normales, no sufro fatiga por pedalear a no ser que me haya pasado haciendo kilómetros o no me haya alimentado adecuadamente por la noche y  por la mañana. Pero ahora sólo llevo 40 kilómetros y siento que he hecho 100, ¡Por el amor de Dios!

Al final de este post les comparto mis recomendaciones para pedalear a mucha altura habiendo nacido a cero metros a nivel del mar (en mis Islas Canarias).

Cruzamos la frontera con Bolivia como Pedro por su casa; el puesto de Yunguni es uno de los controles fronterizos más tranquilos que he visto hasta ahora y sus funcionarios, en ambos países, muy correctos y profesionales. 
Por fin en Bolivia! Mi país  número 25 !!! Oleeeeeeeeee!!!

Los últimos 10 km hasta Copacabana son sosegados y transcurren por un sendero duro y seco, ligeramente teñido de rosa, a lo largo del cual descubrimos hermosas panorámicas del lago azul de tranquilas aguas. El crepúsculo avanza  rápidamente cuando avistamos la pintoresca localidad boliviana de Copacabana.

Copacaba, Bolivia, es una de las principales localidades ribereñas del Lago Titicaca

Consejos Para Pedalear Sin Aire

El mal de altura (MAM) se produce por una falta de oxígeno a grandes altitudes. A mayor altitud disminuye la presión atmosférica y el aire se vuelve menos denso, por lo que la cantidad de oxígeno disponible es menor. 



Por ejemplo, en comparación con el aire a nivel del mar, el aire donde me encuentro ahora, en la parte boliviana del Lago Titicaca, a casi 4.000 metros de altura, contiene sólo un 33% de oxígeno.

Ya llevo varias semanas climatizándome a alturas superiores a los 3.000 metros y, pese a todo,  de vez en cuando noto los efectos cuando pedaleo, especialmente tras pedalear tres horas. Pero los síntomas no son tan serios como los que me provocaría haber subido a esta altura en un sólo día. ¿Por que? Porque he ascendido gradualmente. 

1. Ascenso Gradual. 

Con el tiempo el organismo se adapta a alturas mayores incrementando la respiración y la actividad del corazón, produciendo más glóbulos rojos para transportar oxígeno a los tejidos.

La mayoría de la gente se adapta a las alturas de hasta 3.000 metros en pocos días. Adaptarse a alturas más elevadas requiere muchos días o incluso semanas, Aunque podemos llevar a cabo  algunas actividades, a más de 5.300 metros nadie puede aclimatarse por completo a vivir de forma permanente. 

Si has subido gradualmente y llevas varios días a más de 3.000 metros, empiezas a pedalear y después de un rato notas los síntomas, párate y descansa hasta que éstos desaparezcan.


2. Paracetamol, Azúcar y Mucha Agua

Si tienes dolor de cabeza toma paracetamol o algún fármaco antiinflamatorio no esteroideos. Bebe mucho líquido y toma alimentos ricos en azúcares. Si cuando reanudas la marcha ves que los síntomas persisten, aborta misión y abandona tu ruta en bicicleta. Retírate y descansa uno o dos días hasta que tu cuerpo termine de adaptarse.

Tienes que beber mucho líquido, más de lo que sueles beber pedaleando a nivel del mar (de 3 a 4 litros diarios).

Tu dieta debe ser hiperglucídica, rica en azúcares y féculas sobre todo. A mí personalmente es lo que me pide el cuerpo por estos lares. No dejo de comer chocolate, papas, arroz y pasta, (estos 3 últimos son básicamente hidratos de carbono ricos en almidón). Además, no vas a tener problema a la hora de encontrarlos en regiones altas porque es la base alimenticia de la gastronomía local. En algunos países es lo único que encuentras. Prepárate para engordar unos kilos....jejeje... ¡¡¡Desde que pedaleo Los Andes he engordado la friolera de 4 kilos pese al ejercicio diario!!!

3. Síntomas Graves

Si los síntomas son más graves, debes ir al hospital para que te suministren oxígeno. Si los síntomas persisten a pesar de esto, desciende hasta una altitud inferior, preferiblemente a 500 ó 1000 metros. Una retirada a tiempo es una victoria para tu salud. 

La exposición repentina de un individuo no climatizado a una altura superior a 3.000 metros puede causar edema pulmonar (EPA) o cerebral (ECA) en algunas personas, sobre todo a alturas superiores a 6.000 metros. 

En caso de sufrir EPA o ECA, debes descender lo máximo que puedas lo antes posible y hacer que te administren oxígeno y dexametasona. 

4. Poquito a Poco Se Consiguen Grandes Cosas

Si te afecta considerablemente la altura pedaleando, sin llegar a que los síntomas sean preocupantes , reduce las jornadas de pedaleo a menos horas al día y proponte distancias más cortas. 

Procura no exigirte tanto, ya que tu corazón y pulmones tienen que trabajar el doble para suministrar oxígeno a los tejidos. Además, el cerebro necesita una gran cantidad de oxígeno (15% del total). Si el cerebro carece de oxígeno por el excesivo esfuerzo, sufrirás de mareos, fatigas, dolor de cabeza, inapetencia, náuseas, pulso rápido o/y dificultad respiratoria.

Pedaleando el Lago Titicaca durante estos días he sufrido dolores de cabeza, fatiga y mareos después de 3 horas de ruta, así que ahora no hago rutas de más de cuatro horas al día por si acaso.

5. Evita Quedarte Frío

Si te enfrías tu corazón tendrá que galopar como un caballo para mantener calentito tu cuerpo y producir más glóbulos rojos para transportar oxígeno a los tejidos, además de otras actividades cotidianas. Te aconsejo que no lo exprimas tanto y lo cuides a alturas superiores a los tres mil metros, especialmente si ya no tienes veinte años. 

6. Medicación Para Síntomas Graves

Aunque yo no soy amiga de los medicamentos, el mal de altura o MAM se puede evitar con una medicina llamada Acetazolamida en dosis de 250 mg. cada 12 horas. Sin embargo, te recomiendo que consultes a un médico antes de ingerir este medicamento porque tiene efectos secundarios y requiere un período de prueba. 

7. Problemas Para Conciliar el Sueño

A más de 3.000 metros y por la noche, después de pedalear, te puede dar insomnio (yo duermo menos horas de lo habitual), por lo que si no duermes bien tu cuerpo tendrá que esforzarse más
al día siguiente, aumentando el riesgo del MAM en tu cuerpo. Si no has dormido bien la noche anterior, no pedalees. 

8. Quiénes No Deben Exponerse a Grandes Alturas

Si tienes anemia, enfermedades cardíacas o pulmonares (bronquitis o asma severa) no te expongas a grandes alturas. Tampoco si estás embarazada o tienes la presión sanguínea elevada. 

9. Cuidado con el Sol

En la montaña, a más de 3.000 metros de altura, lleva gafas de sol  y un buen protector solar ya que puedes sufrir quemaduras solares no sólo en la piel, sino también en los ojos. A grandes alturas la radiación solar es mayor y los ojos sin protección están expuestos a peligrosos rayos UVA y UVB y se pueden quemar.

10. Olvídate del Alcohol

Ya se que este punto es duro para algunos, pero en la montaña, a más de 1.500 metros,  el efecto del alcohol en el cuerpo se magnifica, y su ingestión reduce la cantidad de oxígeno que llega al cerebro.

Si te bebes una cerveza en grandes alturas será como si te tomaras tres a nivel del mar. Además las grandes alturas provocan deshidratación y ésta se incrementa drásticamente cuando ingerimos alcohol. 

Así que controla lo que bebes o mejor no bebas nada de alcohol si pretendes pedalear al día siguiente. Además, las grandes alturas reducen los tiempos de reacción, algo que también ocurre cuando bebemos, así que si estamos bajo los efectos del alcohol en la montaña tendremos muchas posibilidades de empotrarnos contra un árbol. :)

Bueno, espero que te sirvan mis consejos para viajar por el mundo en bicicleta a mucha altura. Si tienes alguna duda en la que te pueda ayudar desde la experiencia, porque como sabes no soy profesional de la medicina, dispara en la sección de comentarios de este blog, te contestaré con la mayor brevedad posible. 

Y si necesitas inspiración e impulso para dar el primer paso y pasar a la acción en esa aventura que te ronda la cabeza desde hace años y que no te atreves a llevar a cabo, te recomiendo mi libro Taller de Felicidad, Claves para Crear la Vida que Quieres, que te puedes descargar de Amazon por un ridículo precio. Buena rodada y hasta mi próximo blog!

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Fotos Marika Latsone
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