viernes, 8 de mayo de 2015

4 de Mayo: Guerrero Negro. BAJA CALIFORNIA SUR, MEXICO.


Desde El Parador hasta Guerrero Negro sigue habiendo badenes con ascendentes pesadas bajo un sol de justicia. Sin embargo, la ligera brisa a favor me facilita el pedaleo y el desierto ya no es tan hostil. A las 14.45 arribo a un motel a pie de carretera donde unas grandes letras en la fachada naranja rezan “Internet”. El edificio parece cuidado y limpio y no tardo ni tres segundos en aproximarme al llamado Motel Espinita para refrescarme y comer algo mientras contacto via messenger con un tal Homar Salinas, mi contacto en el paralelo 28.

Me recibe el propietario, Kiko Grado Villa, quien me ofrece la carta y me facilita... adivinen el que... La clave del Wifiiiiiii !!! jejeje Como dicen por ahi, ahora llegamos a una casa y lo primero que preguntamos no es “Como estas?”, sino la “Me das la clave del Wifi?”.

Ordeno unos tacos de pollo que el sonriente Kiko prepara con alma de chef y mientras tanto contacto con Homar Salinas para concretar una cita. Una hora despues, cuando ya dudo de que me responda, pues es domingo y llevo tres o cuatro dias sin cobertura wifi, desconectada de este mundo e incapaz de informar de mi dia de llegada, recibo un mensaje de Homar preguntando por mi ubicacion. Entre taco y taco intento escribirle todos los detalles. Kiko se aproxima para preguntar si todo va bien. Es un hombre de muy buen talante. Desprende una energia tan positiva que no me importaria adoptarlo como mascota. Me gusta este lugar. Es tranquilo, muy limpio, decorado con gusto, envuelto en un aurea magica, y... tiene Wifi !!!

Kiko es descendiente de la etnia Cochimí y promueve una asociacion para recuperar sus valores culturales, en particular la lengua cochimi – laymon, ya extinta. Un ejemplo de hombre comprometido con su comunidad y con la perviviencia de la tradicion cultural. Tambien es un gran defensor de la Igualdad de Genero y encuentro en el un gran apoyo y un amigo especial. Los apoyos emocionales son imprescindibles en un viaje en solitario, sobre todo despues de pasar por paises como Estado Unidos donde la indiferencia, el individualismo extremo y la paranoia son el denominador comun en una sociedad donde, paradojicamente, deberia fomentarse la convivencia, la hospitalidad y la tolerancia como valores predominantes debido a su caracter multicultural y migratorio.

Que gran ironia que, habiendo tenido como vecinos a los mexicanos 300 anos, no hayan aprendido nada de ellos y, como consecuencia de su hermetismo despues del 11S, el gran gigante este condenado a la decadencia social. Mi teoria es que los norteamericanos acabaran algun dia matandose unos a otros, si no cambian.

Casualidades de la vida, Kiko y Homar son primos hermanos !. Decidimos que me alojare en el Motel La Espinita de Kiko, en una de las entranables habitaciones que ha decorado con exquisito gusto dona Guadalupe Grado Villa, hermana de mi anfitrion. Cuando cierro la puerta me deshago de mis hediondas licras, empanadas en una capa de polvo que vale su peso en oro, ya que la zona que acabo de transitar es la Reserva de la Biosfera del Vizcaino, una de las areas protegidas mas grandes del mundo.

Me introduzco en la ducha, por fin a salvo del viento y del polvo que me han secado por dentro y por fuera y me han marchitado el alma. El agua caliente resbala por mi piel acariciandola suavemente con ternura de madre a hija. Cierro los ojos y experimento el placer del delirio, el vapor del agua que llena mis pulmones de extasis. Pero suena la puerta, y el momento en el cielo termina de subito. “Diez minutos por favor”. Corro y me visto lo mas rapido que puedo, tarea sencilla cuando solo se viaja con tres camisetas y dos pantalones cortos. La unica t-shirt limpia y decente es la que evoca el atuendo de Superman y me da un poco de verguenza acudir a la puerta vestida como un superheroe, porque el gesto podria confundir aun mas a las personas que piensan que estoy loca por llevar a cabo un viaje de esta indole. Mi camiseta de Superman es para estar con los amigos o para pedalear con sentido del humor, no para citas relacionadas con este proyecto de Iguldad. El hombre que me ha venido a ver es mi contacto en Guerrero Negro, Homar Salinas, la persona que me ayudara a difundir mi mensaje en este pueblo al sur del paralelo 28. Ni se inmuta al ver mi camiseta cuando lo recibo, lo cual me alivia ligeramente. Nos sentamos en el porche a planificar los dias que estare en la ciudad costera. En total, una conferencia, una marcha en bicicleta para reivindicar dos objetivos: la Igualdad de Genero y un carril de bicicletas para Guerrero Negro.

Pronto llega Paola Villasenor, la jovencisima y bella promotora de Grupo Mexico en la localidad, que me ofrece su sede para dar la conferencia y su colaboracion en todo lo que se me ofrezca. Todo resuelto. Gracias, buenas noches. Caigo redonda en la cama doble viendo en la tele El Planeta de los Simios, cuyos escenarios inhospitos y deserticos filmados en Utah y Arizona, USA, me recuerdan el viacrucis por el desierto rodando hasta Baja California Sur desde Tijuana. Duermo profundamente.



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