jueves, 14 de mayo de 2015

7 de Mayo, Planeta Tatooine.

Caminar sobre la era, donde el agua del mar se evapora para regalar la nieve salada, es un regalo del Universo. Con la marea alta, los canales de la laguna Ojo de Liebre se inundan y chorrean agua en los embalses por medio de sus compuertas, iniciando el proceso magico que convertira el singular paisaje en un polo boreal. 

La evaporacion natural del agua salada dejara lista la sal para su recoleccion en monstruosos camiones que evocan el planeta Tatooine de George Lucas en la saga StarWars. Daniel Ludwig no sabia que, ademas de la salina mas grande del mundo en Guerrero Negro, a orillas del Oceano Pacifico, crearia en 1954 otro planeta dentro de Mexico, un Olimpo de magia donde el aire esta mojado y la tierra supura saliva.

Camino con Paola Villasenor y Homar Salinas por el cegador entorno, donde el blanco predomina pero no impera, porque la luz se comporta de una manera singular en el agua densa de los vasos, tornandola purpura y pesada e inerte.

Homar Salinas se apellida por obra del destino como su lugar de trabajo, como si llevara escrito en el ADN su profesion; su caracter tambien esta marcado por aquel habitat benevolo y reposado. Nuestro zapatos resbalan sobre la quebradiza costra de cloruro sodico.


Por la tarde doy una conferencia en las instalaciones de Grupo Mexico acerca de mi viaje y mi trabajo por la igualdad en el mundo sobre dos ruedas, a instancias de la representante de la empresa minera mexicana en Guerrero Negro, Paola Villasenor, "tan joven y tan vieja" (J. Sabina)...hermosa, divina, con la fuerza de Tatcher y un doctorado en seduccion con la mirada, encantadora de serpientes cualidades de embajadora. Y tan solo 25 anitos.


 Mas tarde iniciamos una marcha en bicicleta por la principales calles de Black Warrior, que es el nombre original de Guerrero Negro, pueblo costero a orillas del paralelo 28 N, que a su vez define la frontera de los estados de Baja California y Baja California Sur, con uno de los climas mas secos del mundo. Pedaleamos entusiasmados por las calles de polvo y desazon de un pueblo que se extiende en el desierto a orillas de las marismas. La vida en el pueblo debe ser como la vida en el desierto: un camino dificil pero necesario. 

Me siento agotada fisica y emocionalmente. Mi alma solitaria necesita un respiro en el exilio de la clausura. Demasiado sufrimiento fisico y mental, demasiados antagonismos en poco tiempo... paso del aislamiento a estar rodeada de una muchedumbre en cuestion de horas, sin anestesia, sin momentos de transicion... me despido, a veces para siempre, para llorar sobre la bicicleta mientras pedaleo hacia el infinito. El leit motiv del viaje, la publicidad del respeto a los derechos de todas las mujeres, vale la angustia que me sale por las orejas, pero a veces se me hace insoportable y hago filigranas para llevarla lo mejor que puedo. Por supuesto, muchas veces pierdo el control y me dejo llevar por el desanimo y la locura, para recobrar la sensatez de nuevo y seguir accionando los pedales. 

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