lunes, 6 de julio de 2015

24 - 26 de Junio: Comunicacion y Crecimiento

Pedaleo hacia Tepic, la capital del estado de Nayarit. La selva flanquea la autopista humeante en el calor del mediodia. Me  cuesta repirar. Las pendientes protagonizan la jornada. A medida que avanzo el paisaje tropical se transforma en humedos bosques de coniferas y encinos. A pesar de la belleza que me rodea, el esfuerzo doble debido al calor me impide disfrutar del camino. Pienso para evadirme y disminuir el sufrimiento. Ademas, la parte sacra de la columna vertebral ha empezado a molestarme. Desde ayer se me duermen la pierna y el brazo izquierdo. El tumor me llama a la puerta otra vez y yo no quiero abrirle. 

Reflexiono para olvidar este via crucis de hoy. Pienso en todo lo que he cambiado desde que empece esta singladura alrededor del Planeta. Si lo advierto yo misma, no quiero imaginar a mis familiares y amigos cuando nos volvamos a ver. No me van a conocer. 

Me siento mas reposada, reflexiva, positiva y fuerte. Supongo que el vivir experiencias increibles a diario te hace crecer a marchas forzadas. El movimiento es comunicacion, crecimiento, evolucion. Los cretenses no paraban y se convirtieron en los primeros en recorrer el Mediterraneo y controlar su comercio. Su civilizacion y cultura inmortalizaria a la Grecia Clasica. Lo que convirtio a Roma en un imperio fueron las calzadas y las vias maritimas, es decir, el movimiento, el viaje, el conocimiento y la comunicacion con otras culturas. El sedentarismo y el aislamiento son sinonimos de inmadurez y estancamiento, en definitiva, un pasaporte para el retraimiento, la agresividad y la involucion. 

Mi anfitrion en Tepic se llama Victor Haro y me recibe en casa con una helada cerveza Corona que esta jodidamente buena a las cuatro de la tarde. Hector es un hombre de buen talante, amable y conversador. Nos sentamos a departir en su jardin, bajo la sombra de una higuera entre sorbos de aquella bebida del Olimpo. Monto mi tienda de campana en su cesped y me voy a dormir temprano, bajo un nubarron providencial que se iba a desempedrar despues sobre la ciudad mas grande y poblada del estado de Nayarit. Me siento tan a gusto con Hector que a la manana siguiente decido quedarme otro dia.

El viernes conduzco a mi Susan hacia Ixtlan del  Rio. La temperatura ha descendido considerablemente y es inversamente proporcional a la altura. Las cuestas vertiginosas ya no me causan mareos y aunque pedaleo despacio por ellas, debido a la carga, me siento a gusto en aquel contraste de fertiles huertas, bosques de encinos y lava de factura reciente, obra de algun volcan mas o menos coetaneo. 



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