sábado, 25 de julio de 2015

24 de Julio - Las Tortugas

Marika y yo decidimos pedalear juntas hasta Veracruz o Villahermosa. Nuestros caminos se separaran ahi, pues ella quiere seguir hacia Guatemala y yo he decidido sacrificar Guatemala, Honduras y Nicaragua por Yucatan y una racion extra de “Viva Mexico Cabrones”.
Si hay algo que se aprende en la vida es a aprovechar lo bueno que te da esta. La vida me ha regalado Mexico, despues de un ano viajando por el mundo por lugares donde estrechar lazos emocionales se me antojaba una tarea ardua y complicada. No siempre fue asi, pero en la mayoria de los casos el idioma o las diferencias culturales acentuaban aun mas el aislamiento que sentia en este solitario reto.
Despues de tres meses me reencuentro con Marika, una joven letonia de 29 anos que he conocido en el Gran Canon, en Arizona. Marika viaja sola por america y nos volvemos a ver por pura casualidad en Puebla, despues de tomar caminos completamente diferentes para llegar aquí: ella cruzo el centro de Mexico desde el Gran Canon, cruzando la frontera por Nogales, y yo regrese a Los Angeles para entrar en este pais por Tijuana y La Baja.
Caminaremos juntas cientos de kilometros para vivir la experiencia, por tercera vez en este viaje, de una forma totalmente diferente: acompanada. La primera vez fue en Nueva Zelanda, con mi gran amiga Jeananne Kelly, la segunda desde Tijuana a Ensenada, con mi increible amiga del alma Sandra Guzman, y ahora con la “europea del Este” de la zona del Baltico.
Acordamos salir a las ocho de la manana de Puebla rumbo a San Miguel de Xaltepec, donde he trazado un landmark en Google Maps de destino casi al azar, por pura conveniencia por numero de kilometros, sin saber lo que nos vamos a encontrar ahi y si habra o no motel para dormir.
Cuando estamos a punto de abandonar Puebla de Zaragoza, la cubierta de mi Susan Sarandon se abre por un extremo y deja a la vista parte de la camara que he cambiado y llenado del Slime (sellador para prevenir pinchazos) el dia anterior, y que ha sido gentileza de Tonyo Diaz, el hijo de Rabanito Diaz, subcampeon de la Vuelta Ciclista a Mexico en 1951. Ademas, la rueda parece que se ha deformado y cada vez que gira la bicicleta sube y baja como el trote de un caballo. Esto no pinta bien. Tenemos que regresar y ponernos en manos de “los Rabanito”.
Tomamos la via principal de regreso al centro de la ciudad y visitamos aTonyo, que nos manda al mejor mecanico de la ciudad, el que trabaja para un tal Adolfo Perez. Alli me dejan a Susan Sarandon maqueada. Me reglan la llanta y me dejan la rueda mejor de lo que estaba. Ahora ni se sale la llanta, ni la camara asoma, ni nada de nada. Charlamos un rato con Adolfo sobre rutas para pedalear offroad en las proximidades y Marika se muestra tan interesada que sugiere que vayamos. Pero yo me niego a pedalear fuera de la Autopista de Cuota en este pais, donde te asaltan en menos de lo que dura un caramelo en la puerta de un colegio.
Nos despedimos del gran Rabanito, que no tiene ni idea del favor que nos ha hecho, que es una prueba mas de que el calor y la hospitalidad de esta gente no tiene fronteras, de que nunca perdieron sus valores y dejaron que se los robaran ni los espanoles, ni los franceses ni los americanos ni los extraterrestres (si es verdad que visitaron a los Aztecas) y que anteponen la humanidad y la solidaridad al dinero y a cualquier ganancia material.
A la una de la tarde estamos rodando por la autopista de cuota con direccion a Cordoba. El trafico es incesante pero el camino es recto y practicamente plano. Pero a las tres de la tarde el viento que traiamos de cola arrecia y rola a Sureste, por lo que pedaleamos en su contra con fuerza 3 en la escala Beaufort la mayor parte del trayecto. Se nos hace muy tarde y yo flojeo porque llevo demasiado tiempo sin pedalear. Es un viento frio, porque estamos a mas de 2000 metros y hace unas horas que el camino ha empezado a ascender ligeramente, y con el el frio.
Se hace tarde y nos cuesta mucho llegar a San Miguel de Xaltepec. Para nuestra sorpresa es un pueblo mas pequeño de lo que esperabamos y no hay motel ni nada que se le parezca, asi que tenemos que salir de nuevo a la autopists y buscar desesperadamente otra poblacion donde pasar la noche. El viento sopla cada vez mas fuerte y nuestras fuerzas amainan. Son las seis y media de la tarde y entramos en un poblado, llamado Palmar de Bravo. Mas bonito que el monton de casas sin encalar que nos hemos encontrado antes, pero el unico hotel que hay parece un nido de ratas y decidimos agotar la ultima luz del dia en procurar uno donde dormir dignamente.
Encontramos otro pueblo cinco kilometros arriba llamado Cuacnopalan, donde los lugarenos dicen que hay un hotel en mejores condiciones. Nos cuesta un rato llegar a el, atravesando un descampado donde transita gente de dudoso aspecto. El dia se acaba y es nuestra ultima oportunidad. Si nos agarra la noche en Mexico, solas y con todas nuestras pertenencias encima, estamos perdidas. Aqui los ladrones te quitan hasta las huellas dactilares a punta de pistola. Marika ya vivio la experiencia en Guadalajara. Afortunadamente yo las unicas pistolas que he visto hasta el momento son las de las peliculas. Pero hay que evitar situaciones limite en la medida de lo posible. Ya aprendi en Malasia, cuando dos hombres intentaron violarme en mitad de la noche.
El hotel esta decente pero es caro, de baja calidad, y decorado con tal mal gusto que asusta. Las puertas son de metal, como los establos de vacas, y el mobiliario es una combinacion del glamour de las Mil y Una Noches y la fantasia de Alicia en el Pais de las Maravillas con su toque particular de establo vacuno. Intentamos regatearle al empleado sin éxito (el muy cabron sabe que no tenemos otra alternativa). Al final pagamos 300 pesos (unos 21 dolares) por la habitacion doble. Un dineral por estos lares...
Despues de atiborrarnos a tacos de cerdo y de carne de res en el centro del pueblo, caemos en coma las dos hasta el dia siguiente.

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