domingo, 1 de noviembre de 2015

27 - 30 Octubre. Agotamiento Emocional (Costa Rica)

Foto: Marika Latsone

Por la mañana nos despedimos de Giovanni que se va a apagar el fuego costarricense como todos los dias. Le damos besos de miel agradecidas por habernos salvado la vida ayer. 

Al apuesto apagafuegos le suben los colores y se marcha precipitadamente dejando un halo de melanconlia a las puertas de aquel domicilio de un barrio centrico de Cañas. 

Buscamos un parque y nos sentamos en una mesa de piedra a desayunar. Preparamos sandwiches de mortadela y queso que llevamos en las alforjas y a las ocho y media de la manana pedaleamos hacia Puntarenas. 


Ademas del cansancio fisico que arrastro, estoy extenuada psicologica y emocionalmente. La carretera es un infierno estrecho sin arcenes y con un rosario de trailers a gran velocidad dibujando eses sobre la via. Me estreso. No puedo quitar el ojo del espejo retrovisor. No tengo espacio para transitar y los vehiculos no se apartan lo suficiente. 

De vez en cuando algunos automoviles invaden el carril contrario para adelantar a algun camion sin importarles la presencia de ciclistas en la via que conquistan triunfalmente. 

Tardamos horas en hacer unos cincuenta kilometros. Se me acaba la energia.  Quiero que esto termine ya. No lo soporto mas. 

En unos segundos el cielo se desempiedra sobre nosotras y debemos  detenernos para protegernos de la lluvia mas torrencial que habre visto en mi vida. El cielo ruge y los rayos encienden la sombra de los nubarrones negros y pesados. Nos ponemos a cubierto en el porche de un restaurante. 


Tengo la mirada perdida y no alcanzo a pensar. mi cerebro se ha detenido. Quiero llorar y gritar de desesperacion. Hace tiempo que no me siento tan estresada y deprimida. El agotamiento me esta pasando factura. Le digo a Marika que no puedo mas, que busquemos un lugar para acampar, sin exito. Decidimos seguir cuando el cielo deja de derramar cascadas de agua sobre la Tierra. 


Encontramos otro restaurante. Restaurante Diana, en el km 58. El propietario nos invita a acampar en su jardin y nos señala la ducha para que hagamos uso de ella a nuestro antojo.

 Leinar nos da tambien unos cartones para que aislemos el  suelo de la tienda de campaña del cesped empapado por las constantes lluvias estacionales. 

Gracias a el sobrevivimos esa noche porque el cielo se vuelve a desempiedrar de tal manera que si no es por el limonero que nos protege nos crecen lirios en las palabras. 


Cocodrilos a la sombra del puente

Amanecemos con el ruido de los trailers transitando la Panamericana, bajo un limonero y los primeros rayos de sol acariciando la tienda de campana Marmot de Mariska. La lluvia que ha caido toda la noche no nos ha molestado gracias a los cartones aislantes que nos ha cedido Leinar el dia anterior y que hemos colocado bajo la tienda. Buen truco




La segunda jornada en el infierno dura varios kilometros.  Llegamos al barrio El Roble, en Puntarenas y nos desviamos hacia San Jose por la autopista nueva. Atras dejamos por fin a Belcebu y a sus secuaces de chatarra.  Ahora si. La carretera mejora considerablemente y los arcenes son amplios, limpios y lisos.




Tomamos un desvio hacia Jaco que pasa por el  Rio Tarcoles. Asomamos la cabeza por el puente y lanzamos un grito al unisono de terror. No he visto en mi vida tantos cocodrilos juntos descansando bajo el sol del mediodia en el lodo de la orilla. Son gigantes y panzudos. Un escalofrio nos recorre el cuerpo. 


Foto: Marika Latsone
La cabeza de uno de ellos sale a flote de repente a la sombra del puente. Sus ojos dinosauricos nos observan detenidamente. La gran testa del terrible reptil no se inmuta durante media hora y sus ojos nos acechan vigilantes. No me gustaria encontrarme a esta bestia en mi camino. Solo la mollera mide lo mismo que mi bicicleta. 

Abandonamos el charco de terror con la ansiedad de haber visto a un monstruo en las venas. De camino a Jaco transitamos por el Parque Nacional de Carara. La riqueza del paisaje nos impresiona. 


Foto: Marika Latsone
Quiero disfrutar mas de aquel espectacular escenario, pero me cuesta llenarme de belleza cuando el cansancio me domina. Las largas jornadas a pedales, el descanso insuficiente, el no dormir adecuadamente todas las noches debido a las diferentes localizaciones cada dia, el aburrimiento debido a la repeticion excesiva, la extenuacion fisica, el dolor general... hacen mella en mi animo y dificultan el progreso de mi viaje. 


Foto: Marika Latsone


No rindo lo suficiente. Pedaleo lentamente y Marika tiene que esperarme varias veces durante el dia. La pobre hace lo que puede para ayudarme. Rompo a llorar por todo y por nada. El sol se despide y aun no hemos llegado. Despues de 80 kms tropezamos de subito con una cuesta pronunciada que no esperabamos. No puedo mas. Me bajo de la bici y comienzo a empujarla en medio de la noche. Le digo a Marika que siga, que yo la alcanzo.


Foto: Marika Latsone
 Rompo a llorar como un bebe. No quiero estar ahi, quiero irme a mi casa, con los mios, surfear las olas de mi Playa de Las Canteras en mi isla Gran Canaria y mandar este puto charco de barro de Centroamerica a la mierda. El dolor de espalda provocado por el quiste Tarlov que arrastro desde Nepal es un latigo en el alma. La fisura en el hueso del talon izquierdo que arrastro por un salto mal dado en el Parque Cahuita del Caribe costarricense me impide el paso ahora que quiero caminar arrastrando mi agonia. Mi alma tambien llora de melancolia. 

Marco: de los Apeninos a los Andes


Foto: Marika Latsone
Saliendo de La Herradura nos encontramos a Marco, un joven italiano de Milan que ha colgado el raton del ordenador para darse un par de años sabaticos cruzando el planeta a lomos de una bicicleta. Es pequenito pero maton, ya que se hace cada dia nada mas y nada menos que unos doscientos kilometros. Como te envidio, milanes. Si yo me hiciera cada dia lo que tu ya estaria en Ushuaia desde hace tiempo. 


Foto: Marika Latsone
Pedaleamos juntos hasta Quepos, un paradisiaco distrito ubicado en la costa del Pacifico Central de Costa Rica. Una exhuberante vegetacion tropical nos da la bienvenida varios kilometros antes del pueblo. 

Nuestra anfitriona de Warmshowers posee una propiedad alejada del bullicio turistico, a orillas del Rio Naranjo. Invitamos a Marco a acampar con nosotras en una palapa en medio de la jungla. 


Foto: Marika Latsone
La propietaria es norteamericana y lleva varios meses ausente. No obstante, permite a los cicloturistas disfrutar de las bondades de su tierra sin animo de lucro.


Salimos de la panamericana varios kilometros despues del desvio a Quepos para tomar una carretera de tierra hacia el poblado Londres. Una ligera lluvia nos acompana durante todo el camino. 


Foto: Marika Latsone
Transitamos despacio por un area de bosque tropical muy humedo. Intransitable por su exhuberancia y riqueza a ambos lados de la carretera. Guacimos colorados, cedros maria, pilones, guapinoles conviven con majestuosos bambus que construyen bovedas que ocultan negros nubarrones.

La Finca El Amanecer es un espectacular enclave en medio de la jungla. Buscamos el Jungalow que la propietaria nos ha indicado por mail para acampar bajo la proteccion de su techumbre de uralita y bambu. Observamos que ya hay alguien acampado en el recinto. 


Foto: Marika Latsone
Un muchacho rubio con el pelo largo y barba de varios meses nos saluda junto a su tienda de campaña. Se llama Rio y es norteamericano de madre brasileña  y padre britanico. Por la noche compartimos anecdotas y memorias al calor de una barbacoa de salchichon costarricense y ensalada de pasta. Disfrutamos del placer de la conversacion entre viajeros que transitan por caminos analogos experimentando dispares experiencias.




Recorrido: Cañas - Restaurante Diana 58 kms

  • Carretera antigua a San Jose
  • Peligrosa. Carriles estrechos y sin arcenes. Trafico abundante y velocidad excesiva. Gran transito de vehiculos pesados. 
  • Orografia: tiovivo la mayor parte del trayecto
  • Clima 27 Oct. 2015: fresco por la manana y muy caluroso a mediodia. Lluvias torrenciales por la tarde. 
  • Humedad de mas de 90%. Llevar abundantes liquidos y sales. 



Recorrido: Restaurante Diana - Herradura, Jaco. 83 kms
  • Carretera antigua a San Jose. Desvio en barrio El Roble de Puntarenas hacia Tarcoles
  • Peligrosa hasta El Roble.  A partir de El Roble la carretera es muy buena y de amplis arcenes. Desde el desvio de Tarcoles a Jaco la carretera es muy mal pero hay poco trafico. Arcenes inexistentes. 
  • Orografia: tiovivo la mayor parte del trayecto hasta El Roble. La autopista desde El Roble a desvio a Jaco es plana la primera parte y ligeramente ascendente la segunda parte. La carretera a Jaco es plana menos los ultimos cuatro kilometros hasta Herradura cuya pendiente es considerable. 
  • Clima 27 Oct. 2015: fresco por la manana y  caluroso a mediodia. Lloviznas por la tarde. 
  • Humedad de mas de 90%. Llevar abundantes liquidos y sales. 
Foto: Marika Latsone
Recorrido: Herradura, Jaco  - Londres, Quepos (Finca Amanecer). 83 kms

  • Autopista buena y con amplios arcenes hasta desvio a Londres (tras pasar a Quepos). Desvio de la Panamericana a Londres por carretera de tierra. Lodo cuando llueve. Escaso trafico.  
  • Orografia: Autopista Panamericana plana en este tramo. Desvio a Londres con ligeras pendiente evventualmente. 
  • Clima 30 Octubre 2015: Manana fresca, dia nublado y caluroso, tarde lluviosa .

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