Abandono el caos, la confusion y la suciedad de Ahmedabah con el sabor de la decepcion porque esperaba mas de la ciudad mas poblada de Gujarat que tambien fue hogar de mi idolo Ghandi. T.G. y su madre me han paseado por la parte antigua de la urbe, donde he tenido una experincia mistica hilando algodon con la rueca en casa del fallecido lider politico, la Ghandi Ashram. El hilado se convirtio en la India, entre 1925 y 1926, en el simbolo de la autosuficiencia y la independencia nacional y contra el materialismo. Ghandi promociono el hilado como modo de que los campesinos mas pobres pudieran tener mejores ingresos. Por eso la bandera nacional india tiene una rueda de hilar azul marino en el centro.
Experimento el placer de soltar la fibra y enrollarla en la bobina. Parece una tonteria, pero es todo un arte, y la mente ha de concentrarse en sujetar el ovillo con la tension adecuada para que la torcion de la lana sea la correcta. Me doy cuenta del sentido de todo aquello. Ghandi creia que hilar era un ejercicio de focalizar el presente. Por eso se pasaba el dia hilando, porque era una forma de entrenar la mente para focalizarse en una sola cosa. En palabras del pensador, "
cualquier cosa que hagamos requiere nuestra atencion total, y no pienses que porque la rueca sea una ocupacion material puede hacerse mecanicamente sin fijarse en ella. Todo lo que hacemos hay que hacerlo bien, con todo el corazon y con toda el alma. Cada cosa a su tiempo, y cada cosa con perfeccion".
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La deshidratacion, mi peor
enemiga en la India |
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| De camino de Udaipur |
Solo me quedan 256 kilometros para llegar a otra de las ciudades mas emblematicas de la India, Udaipur. Por supuesto, buscare un lugar intermedio donde pasar la noche. El goteo de acosadores en moto aumenta a medida que penetro en el estado de Rajasthan. La persistencia de algunos es desquiciante ante la dificultad que presenta el pedaleo por el autopista con al presencia de camiones y vehiculos pesado que circulan a gran velocidad dibujando picassos en el alquitran. La frecuencia de vehiculos en direccion contraria es desquiciante porque me obligan a a salir del arcen para invadir el terrorifico autopista. El calor y la deshidratacion son directamente proporcionales a la odisea. A veces me veo forzada a pegar cuatro buenos gritos para que los hostigadores se vayan con el rabo entre las piernas; pero el truco no vale para todos. En una ocasion echo mano del spray antivioladores y amenazo a un sujeto con dispararle si no se separa unos metros. El tipo sale por patas al reconocer el pequeno artilugio. Probablemente ya lo haya probado...
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| Mission Compound, Kherwara |
Hago noche en Mission Compound, un humilde orfanato de iniciativa danesa en Kherwara,
despues de unos arduos 174 kms bajo un calor torrido que he soportado a duras penas con banos de gua hirviendo de mis bidones a pie de carretera. Por la manana estoy extenuada y el dolor de espalda se me hace insoportable, asi que me tomo dos Ibuprofenos de golpe al tiempo que me despido de mis benefactores. El viaje a Udaipur es una agonia con dolor de espalda, acidez de estomago, debido a mi inteligente remedio medico contra los dolores lumbares horas antes, machos en moto bloqueandome el paso para forzar mi detencion (sin exito por su parte), automoviles que me adelantan y se detienen de repente haciendo que clave los frenos para no chocarme, con el fin de hacerme fotos o rogarme que pare "porque quieren decirme algo importante" (por supuesto nunca me detengo a peticion de nadie, es una de las reglas de seguridad de la ruta). La cuesta arriba es perenne y las voracidad de las moscas es surrealista. Tengo que detenerme varias veces para untarme repelente de mosquitos y evitar que me coman viva.
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| Saliendo de Ahmedabad |
Pero la idea de haber completado la mitad del trayecto (727 kms) a Agra desde Mumbai me mantiene en pie de guerra hasta que veo las primeras casas de la ciudad mas romantica de la India, Udaipur.
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