lunes, 8 de diciembre de 2014

5 Noviembre. El mal trago de Malasia


www.facebook.com/solaenbici

Tengo que coger un tren para ir a Malasia porque se me acaba el racano plazo de quince dias que los tailandeses me han dado como castigo por entrar por la frontera. Si solicitas Visa on Arrival en el aeropuerto te puedes quedar en Tailandia (termino que en tailandes significa 'libertad') un mes. Sean cuales fueren las causas para que Inmigracion tailandesa haya adoptado esta postura, es una autentica faena para los Cycle - Packers o Ciclistas Mochileros como yo. Tailandia es un pais enorme, repleto de lugares de interes; quince dias en Tailandia son como tres dias en China.... no te da ni para ver la Gran Muralla. Y no hablemos ya cuando el trayecto lo debes hacer en bicicleta.

Asi pues, resignada a perderme mi momento Leonardo Di Caprio en la playa  de Hat Maya, en Phi Phi Leh Island, cerca de Phuket, compro un ticket de tren a Malasia, esperando que el pedaleo alli sea tan placentero como lo ha sido en el pais limitrofe. Carl, que nunca ha pedaleado en Malasia, me ha dicho que es un pais tan seguro como Tailandia, y que no tendre problemas alli.

El tren me deja en Butterworth. Quiero visitar la isla de Pulau Pinang, pero prefiero entrar pedaleando triunfalmente  por el descomunal puente que la une con el continente. No deseo coger el ferry porque ya me siento culpable por haber roto tantas veces la Ruta optando por tanto transporte convencional debido a los continuos problemas con los visados en el Sudeste Asiatico, area mas conflictiva para solicitar visados 'on arrival' que he conocido hasta el momento, desde que empece a pedalear en Africa hace ocho meses. Todos lo 'blancos' vamos en el mismo vagon y practicamente la totalidad se apea del tren en esta parada para visitar el turistico enclave malasio cogiendo el ferry.

Decido lanzarme a pedalear por Butterworth y buscar el puente con el GPS. El area es mas grande de lo que esperaba y llegar al puente en cuestion me cuesta cuatro horas de extravio por autopistas, puentes y carreteras de cuatro y cinco carriles. No he dormido bien en el tren y tampoco he comido, y el calor es extenuante. Como no esperaba que la situacion se complicara tanto, tampoco voy sobrada de agua, asi que llego a la entrada del puentepracticamente deshidratada, pero con la motivacion de haber alcanzado casi mi objetivo. Cuando voy a cruzar la barrera me cortan de subito el paso dos agentes. Where are you going? - Preguntan. Como si se pudiera ir a otro destino por dicho puente, pienso.

No me dejan pasar. No me lo puedo creer. Hay un carril para motocicletas pero no se permiten bicicletas! Estoy a punto de llorar. Intento convencerlos, les expongo mis motivos, les explico el proyecto, les ruego que por piedad me dejen ir 'al otro lado' porque estoy agotada. Siguen insistiendo en que vuelva al 'area cero' y coja el ferry! Sigo sin creerme lo que me esta pasando. Les da exactamente igual que me este muriendo deshidratada o que simplemente me este muriendo. Se rien entre ellos y me hacen senales para que me vaya sin ningun tipo de respeto. Estoy a punto de saltarle a la yugular, de matarlos a patadas. Despues de media hora me doy por vencida y me voy. Me detengo en un apartadero y rompo a llorar. Cuando me calmo decido continuar mi camino hacia Singapur. Ya no quiero ver la condenada isla, nisiquiera me gusta Malasia, ni los malasios. En realidad lo que quiero es mandar todo a tomar por culo y volverme a Espana. Estoy harta!!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario