martes, 24 de marzo de 2015

11 Marzo. Entre las cenizas del volcan. USA.


Pedaleo hacia Needles desde el “camping maldito” por la Ruta 66, direccion a Amboy. La carretera es un desastre y los baches anaden dificultad al calvario de pedalear en el desierto. Practicamente no hay trafico. No se si porque es domingo o porque todo el mundo toma el autopista al percatarse del estado de la via.


A medida que avanzo hacia las profundidades del desierto de California la roca se vuelve negra azabache sobre un manto de arena blanca, saliva escupida un dia por el Crater de Amboy, senal de que el pueblo no anda muy lejos.

 El sol comienza su ultimo recorrido regalando destellos anaranjados que provocan un caleidoscopio de colores en el entorno. Tengo que buscar ya un sitio donde esconderme o se me hara de noche. Mi hora limite para localizar un lugar y montar el campamento son las 5.00 pm en esta parte del planeta, donde el dia en esta epoca del ano se va tan rapido como un suspiro. Diviso un montana de arena y rocas a lo lejos, mi unica oportunidad de ocultarme en la llanura de pequenas aulagas. 


En el desierto todo parece mas cerca de lo que realmente esta, asi que me lleva una hora llegar aqui y queda ya poca luz. Me apresuro a montar el campamento en medio de las cenizas del volcan sobre la arena blanca. El lugar me recuerda al paisaje del norte de Lanzarote, Islas Canarias, Espana. 





Me oculto detras de unas rocas en un lugar que se me antoja uno de los mas bellos que he visto en mi vida. Estoy ligeramente subida en monticulo desde el cual contemplo el universo de arena y soledad recorrido por el flamante historico tren de Santa Fe cada hora, cuyo estruendo provoca un estallido de emociones a mi alrededor. 





El desierto se vuelve cobre. Cuando aseguro el habitaculo, hago la lanza con el cuchillo de submarinismo, pues he visto miles de huellas de coyote alrededor de mi emplazamiento, y subo un monticulo de rocas con la lanza en la mano, para no perder detalle de aquel regalo del Universo. 





Estoy sola, completamente sola, contemplando la belleza de una de las despedidas del sol mas romanticas y bellas de mi vida. Me emociono y rompo a llorar como una tonta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario